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Lorquí Turístico
noviembre 11, 2021

Ruta Lorquí Histórico

Presentación.

La presente guía es una invitación a recorrer las calles de Lorquí en sentido ascendente desde la Plaza del Ayuntamiento hasta los cabezos de Escipión y de la Ermita. En este itinerario podemos conocer el significado de varios de los topónimos de nuestro callejero y el crecimiento urbano en la centuria pasada, visitar el monumento actual más importante: el templo parroquial de Santiago Apóstol y una vez estemos en lo alto de los cabezos, descubrir sus magníficas vistas sobre el casco urbano, la huerta y las nuevas urbanizaciones y espacios industriales, al norte y este del municipio.

Parada 1. Encuentro. Plaza del Ayuntamiento.

Se encuentra en el ensanche del pueblo desde 1975, en dirección al río, salida del municipio hacia Ceutí. El Ayuntamiento fue construido en 1995, durante el mandato del alcalde socialista D. Antonio Carbonell.

Nos dirigimos a la calle Huertos. El topónimo deriva de los huertos que había en esta zona hasta la década de los 70 del pasado siglo (huertos de Ignacio, de “Isidoro”, “del Molino”, “del Grillo”, “de Juanico” y de Eduardo). Un topónimo, éste de los Huertos”, que ya aparece como Pago de la huerta en escritos del seiscientos. Era el lugar de paseo desde el casco urbano hasta el puente de la acequia Mayor de Molina y desde aquí hasta el río por la carretera de Ceutí, entonces llamada “El Carrerón”.
Sobre el trazado de la acequeta nacida en la Partición y en la parte superior de la plaza del Ayuntamiento se encuentra la calle del Molino, llamada así porque existía un molino harinero hidráulico que funcionaba con el agua de la citada acequeta.
Seguimos por la calle Huertos hasta el cruce de la calle Acequia, que está junto al cauce de la acequia Mayor de Molina, cimbrada y cubierta como la acequeta anterior.

Parada 2. Cruce calle Acequia.

Fue el límite del casco urbano por el Oeste hasta los años 1970. No había casas más allá y era la comunicación más común hacía la huerta y con Ceutí. Con este municipio existió una barca y, desde 1910, un puente.
En este cruce existía un lavadero (acequia Mayor) y una posada activa desde 1900 a 1935.

Seguimos por la calle Huertos y nos encontramos el retablo cerámico de Santiago, en la acera izquierda de la misma. En este lugar se levantó la antigua mezquita hasta 1501 y, desde esa fecha, el antiguo templo parroquial de Santiago Apóstol. Fue el primer templo católico (1501-1827). Esta iglesia fue el lugar de enterramiento cristiano hasta 1799, en que se trasladaron los enterramientos al nuevo templo parroquial. En la acera derecha sabemos de la existencia de una necrópolis musulmana en la que se han encontrado enterramientos del S. XII.
También estuvo la primitiva alquería musulmana y el Lorquí bajomedieval según la descripción de la visita santiaguista de 1498. En la prolongación de este solar hacía la calle Virgen del Rosario había un asentamiento romano, por los restos de monedas y lápidas funerarias encontradas (solar de la antigua Casa de Evaristo)
En la calle Huertos, frente al retablo cerámico de Santiago y sobre parte de la necrópolis musulmana se encuentra una casa que funcionó como Fonda (fundada por D. Pedro Marco López) entre 1945 y 1976.

Parada 3. Plaza de la Libertad. Templo parroquial de Santiago Apóstol.

Continuamos por la calle Huertos y llegamos a la Plaza de la Libertad. Su configuración actual viene dada tras el terremoto de 1911, en que se derribaron las casas situadas enfrente (y ladeadas a la derecha) de la Iglesia y se amplió la plaza.
Lugar central del pueblo por la existencia de la Casa de la Encomienda de la Orden de Santiago (antigua “casa del tío Grillo”), derribada en 1976 para levantar el antiguo Ayuntamiento. En esta plaza destacan otras casas modernistas: de Matías Martínez-Lozano (sobre el antiguo Cuartel de la Guardia Civil que fue llevado a la pedanía de los Palacios en 1921) y de Isidoro Sánchez Martínez (actualmente de Juanito y Maruja). Frente a ésta, en la actual calle Virgen del Rosario, estuvo el primer molino pimentonero eléctrico de Lorquí, fundado por D. Francisco Martínez Lozano a principios del siglo XX.
El edificio más importante de la plaza es el templo parroquial de Santiago Apóstol. Levantado en el último cuarto del S. XVIII por Pedro Gilabert, las obras terminaron en 1799. Su estilo es neoclásico con decoración relivaria en capiteles, cornisas, pechinas y ventanas. En su interior atesora tres magníficas obras atribuidas a Francisco Salzillo: S. José, Ntro. Padre Jesús Nazareno y la Dolorosa. Además, guarda un cáliz barroco, un Corazón de Jesús de Sánchez Tapia, esculturas de Lozano Roca, González Moreno, Francisco Liza, Hernández Navarro o Ramón Cuenca Santo y retablos de los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo. El templo fue restaurado en su integridad entre 1991 y 1996.

Salimos de la Iglesia y a la derecha iniciamos la subida de la calle Mayor. Junto a la Farmacia tenemos lienzos murales de ladrillos del siglo XVIII, restos de lo que fue la casa principal de D. Alejandro Marco Martínez, personaje importante del Lorquí del Setecientos y que está relacionado tanto con la erección del nuevo templo Parroquial como con la llegada de los Salzillos. En el piso superior campea el escudo de los Marco, junto a otro de creación moderna.

Parada 4. Cuatro Esquinas en la calle Mayor.

Al seguir subiendo por la calle confluyen tres vías importantes de
comunicación del Lorquí antiguo:

Si bajamos la calle Mayor, hacia el Oeste, vamos a la calle Virgen del
Rosario y Noria que comunican con Archena.
En la calle Mayor, hacía el Este, conexión con el Camino Real (A-30), o con la estación de Ferrocarril que funciona desde 1864 o los cementerios (desde 1866).
Cruza a la anterior, la calle del Reloj que comunica con Murcia al enlazar con la actual Avda. de la Constitución, antiguo Carril de Murcia (lo nombra Pascual Madoz en 1850).
Sí seguimos por la calle Mayor, hacia el Este, y llegamos a la calle Portichuelo, podemos subir hasta los miradores de los Cabezos de Escipión y La Ermita por la calle Vía Crucis.

Parada 5. Cabezo de Escipión.

El Cabezo de Escipión es uno de los promontorios sobre los que se asienta el núcleo urbano de Lorquí. Debe su nombre a la leyenda según la cual allí murió Cneo Cornelio Escipión, cercado y vencido por las tropas cartaginesas de Asdrúbal Barca, en el 211 a.C. Sobre el mismo se levantó la ermita de la antigua patrona de Lorquí, la Virgen de las Nieves (S. XVI). A su interés arqueológico e histórico, suma su privilegiada ubicación en el centro del casco urbano.

En la actualidad, permite magníficas vistas sobre toda la huerta del río Segura, divisándose desde el mismo casi la totalidad del término municipal y núcleos limítrofes al mediodía y a poniente.

Parada 6. Cabezo de La Ermita.

Bajamos del cabezo Escipión y podemos trasladarnos al cercano cabezo de La Ermita. Es el punto más alto del casco urbano, debe su nombre al pequeño templo que representaba la última estación del Vía Crucis. De ahí, que también se le conozca como de los Pasos. Fue cementerio entre 1833 y 1866, en que se levantó el cementerio que existió hasta 1954 (actuales Casas de Alcatraz).
En la actualidad, permite magníficas panorámicas hacia el norte y el este, tanto de la vega, como de las modernas expansiones residenciales e industriales.

Parada 6 Bis. Mirador del Cabezo de las Tremendas. (Prolongación del anterior cabezo)

Desde este lugar se puede ver una panorámica de 360º de Lorquí.

A) Las cuevas de los cabezos de Lorquí.

Las cuevas son viviendas excavadas en la tierra que singularizan el paisaje de los barrios altos de Lorquí. Presentan habitaciones abovedadas de tamaño reducido, separadas entre sí por muros de 1 a 1,50 m. de espesor, y suelos de tierra compactada. Las fachadas y las chimeneas exteriores se suelen encalar. Precisan de muy poca energía, ya que su temperatura tiende a ser uniforme todo el año, oscilando entre los 10º C. y los 20º C. En el momento actual, el número de cuevas del caso urbano es todavía alto. Su presencia en el paisaje ha disminuido por la costumbre muy extendida de construir delante de las mismas. Su posesión ha pasado de ser representativa de clase sociales con bajo poder adquisitivo a convertirse en un lujo por su restauración y conservación.

B) Palacete de la Cierva. Palacios Blancos.

Esta construcción perteneció a D. Juan de la Cierva Peñafiel (1864-1938), líder conservador, ministro y presidente del gobierno durante el reinado de Alfonso XIII. Lo adquirió a principios del pasado siglo XX a D. Sebastián Servet. Entre sus muros se trazó la vía férrea Murcia-Caravaca.
La construcción presenta dos momentos: por un lado, la Casa Torre del siglo XIX (quizás incluso del XVIII), de la que posiblemente sea parte de la torre y otros elementos arquitectónicos y el engrandecimiento y transformación de ésta en palacete, sobre el 1919 por parte de la familia de La Cierva. Es interesante destacar su estructura de casa-torre, tipología singular de la huerta de Murcia que constituía, junto con las barracas, el paisaje arquitectónico de la antigua huerta. Mención especial merecen las palmeras datileras que custodian el palacete y que van unidas a la imagen que de este lugar tenemos. Estas, junto con las almenas y la forja de sus cerramientos confieren al conjunto caracteres románticos e historicistas.
Importante destacar la arquitectura férrica de la fábrica fundada por D. Juan de La Cierva en 1919, anexa al palacete y pionera entre las conserveras de Lorquí. Las dos chimeneas, una de planta circular y otra cuadrada, completan un conjunto arquitectónico de gran valor, siendo a la vez uno de los bienes culturales más importantes que perduran en el pueblo de Lorquí.
La finca de La Arboleda fue la primera de regadío sobre antiguas tierras de secano.

C) Las norias.

Las dos norias con las que cuenta el municipio se distribuyen a lo largo de la acequia Mayor de Molina que nace aguas arriba del municipio y riega toda la huerta ilorcitana.
Una se levanta en pleno casco urbano, al final de la calle de la Noria, llamada del Marqués de Corvera o de D. Sebastián. Recientemente restaurada, recibe a los visitantes que nos llegan desde Archena o Ceutí. Otra, la más importante, (Lorquí llegó a tener 12 norias) es la conocida como del “Rapao” situada en la pedanía de los Palacios Blancos. Pudo ser construida en el siglo XVIII para regar las tierras de D. Alejandro Marco. Su estructura de hierro y madera con 112 cangilones y 156 paletas, llegó a regar más de 300 tahúllas. Está declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.
declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.

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Plaza del Ayuntamiento
30564 Lorquí, Murcia
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